Una colección privada que se abre al público
Martín Nasta es uno de los ideólogos y directivos de la Fundación Texo para el arte contemporáneo. En todas las entrevistas que he realizado sobre coleccionismo de arte surge un tema fundamental: el legado. Porque si bien la mayoría de las colecciones de arte nacen de la pasión y de una mirada particular sobre el entorno, el arte y la cultura, una vez que se ha construido una colección, puede perder completamente valor si es que no se le da una nueva vida, un nuevo sentido. Es una lástima, considerando que la mayoría de las veces construir una colección de arte implica una vida de entrega.

Martín Nasta nos comparte al respecto:
«La Fundación Texo tiene diferentes historias, la propia historia de Daniel de decir “¿qué hago con todo lo que estoy teniendo?”, está la historia de mis hermanos y mía de entender que el esfuerzo de mi viejo tenía un valor gigante y que si eso se mantiene todo junto va a tener mil veces más valor que al ir desmembrándolo. Creo que con mis hermanos también respetamos la visión de Daniel, él fue el que comenzó todo esto, fue su esfuerzo, fue su pasión, su motor el que hizo que hoy podamos administrar, mantener, difundir, una colección de arte que tiene cosas muy buenas.
Como bien lo dijimos durante varios meses del 2017 que fue el año en el que hicimos la apertura de la fundación, el esfuerzo está en abrirlo al público. Una colección privada que se abre al público y que gracias a Dios está siendo muy bien recibida, no solamente con el programa de la colección en sí, sino tambien agregando mas cosas, con los demas programas que estamos buscando consolidar. Y por ultimo la historia de la fundacion, tambien es la historia del resto del equipo y cómo se fueron estusiasmando e involucrando desde que esto era un sueño.»

Que la gente le pierda el miedo al arte
Muchas de las colecciones de arte pasan del ámbito privado al público, a veces a través de donaciones a museos o a instituciones. En el caso de la colección de arte paraguayo que Daniel Nasta ha construido durante casi 50 años, sus hijos Rodrigo y Martín Nasta, junto con otros socios crearon una fundación para continuar con el legado de su papá. Se trata no sólo de darle vida a la colección haciéndola pública, sino de una visión que tiene Daniel Nasta : que la gente le pierda el miedo al arte.
«El coleccionismo no es sólo una pasión de Daniel, creo que con mis hermanos tenemos cada uno una veta coleccionista, más o menos obsesiva de diferentes cosas, pero personalmente me entusiasmó un montón la idea de hacer nacer una institución de arte y de probar hacer cosas nuevas y diferentes a la hora de desarrollar esta iniciativa.
Es un esfuerzo amplio y grande, y si este proyecto esta naciendo y evolucionando es gracias a que mucha gente y empresas se interesaron y acercaron a trabajar y tirar ideas. Desde trabajar la filosofía con la cual nos vamos a mover, de qué manera vamos a lograr los objetivos, definir con qué público nos vamos a vincular, y hacer un esfuerzo grande para llegar a la gente con las cosas que hagamos, no quedarnos en un ambiente cerrado ni en un círculo muy cerrado, realmente presentando ofertas que le sensibilicen a quién se tome por aludido.
Todo el desarrollo del branding, como reposicionar una oferta artística que sea mucho más próxima y mucho más cálida al consumidor, gestionando un poco la famosa frase que Daniel dice constantemente que la gente le tiene que perder el miedo al arte, o sea realmente nosotros creemos que eso es así. Si la gente le pierde el miedo al arte va ir participando mucho más y con más constancia a todas las actividades. Adicionalmente a lo que nombre, hay temas mucho más institucionales, el desafío de cómo financiar la institucion, de cómo rentabilizar la audiencia para seguir inviertiendo en la comunidad, como mirar al futuro y hacer sustentables los programas, la propia relación con las marcas, el rol de ellas a la hora de impulsar este tipo de iniciativas, y hasta donde llegan y qué más le podés pedir.»

Mostrar una cara fresca de Paraguay
«Me vinculo con el arte de diferentes maneras, por un lado como consumidor, me encanta poder ver tanto localmente como en el extranjero las ofertas que se van dando en los diferentes museos, una oferta amplia, con Pame mi señora lo hacemos cada vez que podemos. Me gusta también tener en nuestras oficinas espacios que sean inspiradores, el arte te permite tener esos espacios que realmente hacen la diferencia en el día a día. Y hablando de la Fundacion Texo no solamente como consumidor sino además con la suerte de estar impulsando una institución de arte como parte de una responsabilidad institucional nuestra de seguir construyendo valor con el arte…y aquí se mezclan una cantidad de cosas, desde la pasión nuestra que se desprende de la iniciativa de Daniel que colecciona arte hace 50 años, la propia, la influencia de Ana Maria mi mama que tambien colecciona arte, los intereses de la empresa, y la posibilidad de mostrar una cara fresca del país. Cuando nos tocó ir al extranjero a mostrar arte paraguayo tuvimos un feedback increíble de la gente, específicamente en Francia, se acercaba la gente a decirnos que Paraguay le transmitía los mejores valores, que le daba las mejores impresiones.
Si mostras unos rankings en donde Paraguay está evolucionando más o menos, pero se mantiene basicamente alrededor de los mismos lugares y que esos rankings hacen que nos cataloguen como chicos o pobres entre otro tipo de cosas, al mostrar arte, al mostrar la parte cultural y creativa de un país el feedback que recibís y la imagen que construís es radicalmente opuesta. Entonces todo esto forma parte también, al menos personalmente, de lo que me entusiasma de toda la propuesta de la fundación Texo.”
Mostrar, pensar y contar el arte
El arte por lo general no sólo tiene que ver con lo bello, el arte nos interroga, nos interpela. A veces creemos que para acercarnos al arte hay que ser conocedor, y de esta manera se van construyendo mitos y barreras que no nos permiten acercarnos fácilmente al lenguaje del arte. El arte tiene mucho que ver con nuestra historia personal y colectiva. Personalmente me pareció una linda escogencia que el arquitecto Solano Benítez, encargado de la remodelación de las oficinas para darle cabida a la sede de la fundación, optara por dejar las «cicatrices» de las construcciones anteriores en el piso de lo que sería la Fundación Texo para el arte contemporáneo.
No habiendo vivido los años de dictadura creo que me es difícil comprender los condicionamientos propios de un pueblo que vivió la dictadura más larga de Latinoamérica. De 1954 a 1989, 35 años de temor a pensar actuar o hablar de manera incorrecta. Ahora en Paraguay está llegando a si madurez la generación que nació en democracia y se siente.
Hoy en día, vivimos con la ilusión de la libertad, sin embargo el arte es fundamental para construirnos como seres críticos capaces de leer entre líneas, y ver lo que las imágenes realmente nos muestran. Este es justamente uno de los desafíos de la Fundación Texo, como nos explica Martín Nasta, pues no se trata sólo de mostrar el arte, sino también de pensarlo y contarlo para poder comprenderlo.

«Ahora estamos con el segundo año de trabajo de la fundación y estamos consolidando los programas que tenemos, que para resumir tenemos tres perfiles de programas, uno es “Mostrar el arte” que es toda la parte expositiva que se hace en la fundación en el que desarrollamos hasta el momento 3 exposiciones durante este 2018, el otro es “Pensar el arte”, que ahí metemos todo el desarrollo de documentales y editoriales, entre otro tipo de iniciativas, ya desarrollamos 8 libros y 11 micro docs y documentales, y el tercer programa es “Contar el arte” que son las series de entrevistas mensuales.
Estamos buscando impulsar la conversación entorno al arte, y todo nacio en base a una investigación que hicimos usando herramientas nuestras dentro las empresas Texo cuando comenzamos a trabajar el proyecto de la fundación y nos dimos cuenta que la conversación sobre arte era casi nula, entonces todas las actividades que proyectamos son con la intención de ir proyectando la conversación de arte en la gente de una manera más activa, más regular y de mayor calidad. Como complemento del programa de “Contar el arte” es que nosotros todos los años abrimos el calendario de la fundación con una capacitación para comunicadores, para periodistas, bloggers, todo eso es lo que va a permitir que se genere un impacto en la gente.
Nosotros estamos finalizando el segundo año de gestión y estamos contentos con los resultados que estamos generando, todos los programas vienen evolucionando en cuanto a contenido, en cuanto a la propuesta en general. Por poner un ejemplo, en el primer contar el arte creo que hubo 16 o 17 personas, y luego de 15 entrevistas abiertas a la última ya vinieron 77 personas. Realmente la gente nos sorprendió en cuanto se prendió a las propuestas, en lo que va del año estamos llegando a las 2 mil visitas a la fundacion. Los cupos que habilitamos tanto para contar el arte como para la apertura de las muestras o el lanzamiento de los documentales y los libros se llenan en 24 horas. Sin dudas había unas ganas tremendas de la gente de vincularse con este tipo de propuestas, y de acercarse a conocer el talento de los artistas.
En un texto que publico como parte del libro de González hago un resumen de lo que está ocurriendo, los artistas vienen haciendo su trabajo hace un montón de tiempo, hay artistas que tienen una trayectoria impresionante, un talento tremendo y los artistas van a seguir produciendo cosas interesantes, nosotros también buscamos seguir haciendo nuestro trabajo, estamos buscando ser un lugar en donde la gente se pueda acercar a ver el talento de todos esos artistas, mostrar lo mejor del trabajo de los artistas en el país, y mostrarlo tanto dentro como afuera de Paraguay, una cara fresca del país. Lo que todavia va a faltar es que mas publico se acerque a interactuar con la propuesta y que mas empresas privadas y marcas confien en este proceso de construcción de una comunidad y de una audiencia que lo vamos a ir logrando a largo plazo. Un programa exitoso no se establece ni en 6 meses ni en un año ni en dos años, creemos nosotros que en 4 años vamos a poder decir que tenemos una audiencia que está madura y que se sostiene sola.
Por otro lado está el desafío de la sustentabilidad de estas actividades. Nuestro desafío es el de mostrar lo mejor del Paraguay y estamos probando diferentes maneras de hacer con la intención de que cada año podamos hacer más cosas que el año anterior. Estamos trabajando con diferentes formatos con el objetivo de que quede un legado de lo que va ocurriendo cada año, y que esa sea una motivación para encarar el año siguiente con una vara bien alta para que la gente se siga entusiasmando con la idea de acercarse al arte paraguayo y de perderle el miedo al arte. Me gustaría dejar una invitación a la gente, al que se acercó decirle que le esperamos de vuelta y al que no se acercó decirle que le esperamos que pueden entrar en la web y enterarse de todas las propuestas que tenemos, inclusive en la web pueden consumir un montón de información, libros que tenemos subidos, documentales, se van a poder divertir mucho.»
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