José Zaldívar y cómo toda la economía de un país se beneficia del aura del arte

José Zaldívar y cómo toda la economía de un país se beneficia del aura del arte

 

José Zaldívar y Jean Baptiste Messié, son los fundadores de Zaldivar, una marca concebida en Paris, y producida artesanalmente entre Paraguay, Francia y Estados Unidos.  Sus creaciones han llegado a ser llevadas por Lady Gaga, Taylor Swift, Billie Eillish, Janet Jackson entre otros referentes del arte y la moda a nivel internacional.

Según José Zaldívar y Jean Baptiste Messié la economía de todo el país puede beneficiarse del aura de los artistas que logren destacarse a nivel internacional. Muchas veces esto no es algo orgánico, sino el producto de una determinada estrategia marcada por políticas públicas de algunos países.

José Zaldívar
José Zaldívar, fotografía: Nath Planás, Dirección creativa y estilismo: Matías Irala

José Zaldívar tiene un master en estrategia de mercado de lujo, y Jean Baptiste Messié tiene doble diploma en derecho e historia del arte de la Sorbonne París y un master en historia del arte especializado en fotografía de moda.

Además de la marca Zaldívar Paris, llevan adelante un emprendimiento enfocado en arquitectura, el diseño interior y mobiliario, con el nombre de Dieztudio.

José Zaldívar
Jean Baptiste Messié, fotografía: Nath Planás, Dirección creativa y estilismo: Matías Irala

José Zaldivar: «Hay países enteros que basan su economía a partir de la idea del artista. Por ejemplo Dior está categorizado como artista. ¿Por qué las casas de moda deciden ser mecenas de artistas? Porque al estar su universo rodeado de artistas,  elevan la categoría de sus productos.

No es algo que se da de manera orgánica es algo que está calculado, es una cuestión de negocios. Además de deducir impuestos ellos elevan la categoría de sus productos al grado del arte. Entonces la gente cree que compra algo que tiene valor de inversión como lo es el arte.  Hay que desarrollar  la producción que gira en torno al arte como inversión para el  país, invirtiendo parte de los impuestos que recibe, es decir, ni siquiera tiene que poner la plata. Que las empresas que decidan colaborar en esto puedan hacerlo y ayuden a crecer y desarrollar el mercado de una manera más formal. Y que se entienda que el artista no es que vive de su hobby si no que trabaja.

José Zaldívar
Joyas de Zaldívar Paris en las manos de las más importantes celebridades

Formalizar las profesiones artísticas y darle una categoría al artista es extremadamente importante y eso genera otro tipo de valores para países donde la economía está basada en la pequeña y mediana empresa.

Paraguay es un país de artesanos, algunos artistas son artesanos, no todos los artesanos son artistas.  Si bien la primera etapa pueda ser beneficiarles a los artistas, se benefician en cadena otros sectores que están directamente relacionados. Mientras el artista gana prestigio y un valor internacional, eso hace que se fortalezca el desarrollo de otros sectores.

Es el caso de Italia que es un país de artesanos, parte de su economía está  basada en la artesanía, ellos le producen a todas las marcas de categoría media para arriba. “Made in Italy” es un sello de calidad, y eso se da a partir del arte, no es a partir del artesano, ese es el orden de los factores: primero fortalecer el arte. Personalmente me interesa porque yo no tengo valor como paraguayo en el mercado internacional. Para mis productos no es un valor agregado que se hagan en Paraguay, porque no tiene ningún tipo de reputación en el mercado internacional.

José Zaldívar
Nicole Scherzinger con anillo de Zaldívar París

Jean Baptiste: «Hay muchos ejemplos de países que crecieron e invirtieron en el arte y son lo que son gracias a eso. Francia por ejemplo no es un país relevante hoy en día en cuanto a producción, pero lo fue en los siglos XVII y  XVIII, marcando  un hito en el mundo y convirtiéndose en uno de los países más importantes a partir de la estrategia de Luis XIV de ser una vitrina de moda y refinamiento. Hoy en día Francia sigue capitalizando sobre estos esfuerzos del siglo XVIII.

Un ejemplo mucho más reciente es Bélgica en la moda, si haces búsqueda de cómo era en los años 50 no había gran cosa, en los años 80 el gobierno generó fondos para promocionar diseñadores, ahí surgió “la escuela de los 6 de Amberes” de donde surgieron importantes diseñadores de relevancia internacional que representó crear una industria nueva, y hoy en día Bélgica exporta diseñadores y directores artísticos que representan muchos millones.

El 1 de enero de 1981 se creó el ITCB (Instituto de Textiles y Moda Belga) para ayudar a la industria inexistente al proporcionar una guía constructiva para los diversos aspectos económicos, comerciales y creativos.

El gobierno específicamente dio dinero para dos cosas: modernizar las marcas (trayendo nuevas tecnologías, por ejemplo) y crear una gran campaña con el siguiente lema «Moda: es belga» (crear una nueva imagen moderna y convincente de la industria) .

En 1982 se creó el concurso anual Golden Spindle. Los primeros diseñadores en ganar premios fueron todos los que iban darle prestigio a los belgas: Ann Demeulemeester, Martin Margiela, Dries Van Noten, Walter Van Beirendonck, Marina Yee, Dirk Van Saene y Dirk Bikkembergs.

Los galardonados del concurso tuvieron la oportunidad de colaborar con los fabricantes para producir sus colecciones, lo que resultó en los primeras intercambios importantes entre los fabricantes belgas y los nuevos diseñadores de vanguardia.

En 1987, seis de los mejores diseñadores restantes de Bélgica decidieron unificar su fuerza e ir a mostrar su colección en Londres, donde fueron notados rápidamente por la prensa y se los denominó «los seis de Amberes”.

En solo 20 años, las marcas belgas han logrado que Bélgica sea un país tan relevante para su moda como Francia, Italia, Inglaterra, Estados Unidos o Japón”

En la Constitución Nacional de Paraguay, el artículo 83, dice: «los objetos, las publicaciones, y las actividades que posean un valor significativo para la difusión cultural y para la educación, no se gravarán con impuestos fiscales ni municipales. La ley reglamentará estas exoneraciones y establecerá un régimen de estímulo para la introducción e incorporación al país de los elementos necesarios para el ejercicio de las artes (…)»

Todavía faltan las leyes que puedan reglamentar este artículo de la constitución, sin embargo, para que éstas leyes existan, la sociedad en general debe ser consciente de cómo el aura del arte beneficia a toda la economía de un país, fundamentalmente porque el arte, a través de su poder de síntesis es la mejor manera de presentar su cultura, su historia, su identidad.

Sobre la ley Aillagon de 2003, ley de mecenazgo francesa

Sobre los seis de Amberes

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