La casa tomada por los artistas invitados, memorias de Oxígeno 2019

La casa tomada por los artistas invitados, memorias de Oxígeno 2019

Decidimos ocupar esta casa en el complejo Textilia a pesar de no estar aún habilitada para su uso, y  generar un espacio expositivo en las condiciones que nos ofrecía. Con un aire de “casa tomada” la propuesta de esta muestra es justamente para que miremos directo donde posiblemente no estamos queriendo mirar, salir del espacio de comodidad para confrontarnos con realidades paralelas.

«Casa tomada» es un cuento de Julio Cortázar publicado por primera vez en 1947, narra la historia de un hombre y su hermana los dos de alrededor 40 años que viven en una casa que es la herencia de su familia. La casa es en sí una protagonista del cuento, representa posiblemente no sólo una herencia física, sino de todos los condicionamientos. Los dos hermanos viven en soledad:

Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y como nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegábamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos

Poco a poco la casa fué tomada por seres cuya presencia se hace tangible gracias a los sonidos. Al final de la historia los hermanos se ven obligados a dejar la casa y tirar las llaves en la alcantarilla

Es posible que los recientes incendios nos hayan hecho tomar conciencia sobre un estado de urgencia en el que vivimos. La manera en la que hemos organizado nuestro modo de vida “separado” de todo aquello que no entra dentro de nuestros parámetros de civilización hace que no podamos ver tantas realidades que desde nuestra mirada parecerían fantasmagóricas. Justamente Fredi Casco es un artista que trabaja a partir de las narraciones «oficiales» de la realidad que no nos permiten ver desde otras miradas, y conviven con nosotros como fantasmas.

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Fredi Casco montando su obra en Oxígeno 2019

El artista suele citar una frase de Karl Marx: «La historia se repite dos veces: la primera como tragedia, la segunda como farsa», gran parte de su trabajo gira entorno a esta repetición constante de la historia, a esta realidad fantasmagórica que no es más que una repetición de formas, de gestos, de fórmulas. Con la serie “Chaco Fantasma” Fredi Casco nos muestra un Chaco desconocido para nosotros, a través de fotografías que más allá de ser documentos que testimonian una realidad son imágenes que nos muestran cuanto desconocemos esa realidad.

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Obra de Osvaldo Salerno

Osvaldo Salerno propone una obra compuesta por una casa de muñecas estilo alemán atravesada por una flecha indígena, llamada “la muerte de Goethe”, siendo este conocido escritor alemán símbolo de la búsqueda del conocimiento y el saber, que muchas veces implica un alejamiento de una cierta integridad como seres humanos, como lo testimonia una de sus obras principales “Fausto”.

Obra de Osvaldo Salerno, Oxíegno 2019

Las obras de Ángel Yegros hacen parte de la serie denominada “¿Por qué?”, con las que a través de la reutilización de materiales que para la mayoría de las personas serían basura, genera obras de carácter existencial, en donde se pregunta expresamente sobre el infinito y el lugar que ocupa el ser humano dentro de este universo.

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Obra de ängel Yegros, Oxígeno 2019

Desde un ángulo no menos místico, Giovanni Randazzo nos invita a sumergirnos dentro de una experiencia plástica inspirada en la selva tropical. Las líneas y manchas buscan recrear un paraíso posiblemente perdido, que el artista busca reconstruir a través de sus gestos plasmados en lienzos de grandes dimensiones que más que cuadros aspiran a ser parte de un espacio arquitectónico.

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Obra de Giobanni Randazzo, Oxígeno 2019

Claudia Casarino usa la ropa como si se tratara de piel, ropas que por sus formas y dimensiones jamás fueron vestidas, pero que representan nuestros deseos más íntimos, y nuestras relaciones con el prójimo y la tierra que habitamos. Telas, nudos, tierra, transparencias, puentes, imposibilidades, frustraciones, historias. La mayoría de las veces la ropa nos sobrevive, las prendas de Claudia Casarino representan nuestro pasaje por este mundo, lo que queda, en un espacio imaginario.

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Obra de Claudia Casarino

Las obras de Ricardo Álvarez hacen parte en su mayoría de una serie concebida en un trabajo investigativo en conjunto con un proyecto antropológico en Puerto Casado, y otros de una serie llamada “producción de subjetividad”. Estas obras ponen en evidencia las relaciones violentas del hombre con la naturaleza y consigo mismo, una violencia la mayoría de veces justificada desde cierta subjetividad, pero que no por eso deja de ser violencia.

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Obras de Ricardo älvarez, Oxígeno 2019

Espero que esta “casa tomada” y las obras de estos artistas que la habitan por un fin de semana, y que la propia existencia de Oxígeno, no sean un ejercicio formal, sino que realmente sea la oportunidad para sumergirse en el mundo de los artistas, en sus miradas que de una u otra manera nos reflejan preguntas que posiblemente nos estemos haciendo pero que no nos damos el tiempo de escuchar. Y si paramos por un momento, y las escuchamos, tal vez algo en nuestra conciencia y nuestra forma de percibir el mundo pueda cambiar. Posiblemente el arte no pueda cambiar el mundo, pero tal vez a través de este tipo de ejercicios empecemos a tomar el lugar de los fantasmas que nos obligan a repetir la historia y decidamos finalmente dejar esa casa en la que vivimos encerrados, para crear nuevas realidades.

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