El arte contemporáneo no siempre va ligado con el oficio
Mi primera gran confrontación con el arte contemporáneo fue en la Escuela de Bellas Artes, cuando mi profesor me dijo que Yves Klein odiaria mi trabajo. El impacto fue poderoso, ya que le acababa de decir que me gustaba la obra de este artista de los años 60, uno de los precursores de lo que es hoy el arte contemporáneo.
Después de haberme secado las lágrimas, pues no es fácil para una estudiante extranjera que un artista de importante trayectoria le cuestione de tal manera, tuve que responderme esa pregunta. Sin embargo, eso me llevó varios años de trabajo, estudios y experiencia.
Estamos en una etapa particular en la que es difícil definir lo que es el arte. Por un lado tenemos obras que han alcanzado una calidad técnica impresionante, pero se les cataloga dentro de la esfera de las artes decorativas, o fine arts. La búsqueda de perfección técnica dentro de un oficio artístico a veces descalifica a las obras en el ámbito de lo que se suele llamar arte contemporáneo.

Por otro lado tenemos artistas como Tania Bruguera que en el 2008, organizó un performance en el Tate Modern, los visitantes se vieron confrontados con dos policías a caballo, moviéndolos de lado a lado, haciéndoles preguntas y ejerciendo su autoridad como lo harían en las calles. A muchos les costó entender que era un performance de arte contemporáneo.
En 1917 Marcel Duchamp presentó en una exposición un orinal. En 1929 René Magritte expuso un cuadro representando una pipa que tiene un escrito que dice: “esto no es una pipa”. En 1958 Yves Klein hizo una exposición del vacío denominada “Estado de materia prima de sensibilidad pictórica estabilizada. Zona de sensibilidad”. Estos son sólo tres ejemplos de la voluntad incesante de los artistas de romper con los paradigmas para redefinir constantemente el lugar del arte.

Estamos en una época en la que abundan los artistas con impresionantes habilidades técnicas, hay obras hechas en pintura que parecen fotografías y hay programas y aplicaciones capaces de hacer que una fotografía parezca una pintura.
La función del arte es completar
Hoy hay colectivos artísticos, ya no sólo artistas, como un colectivo belga que hace poco construyó una escultura de cachalote perfectamente realista que yacía en la orilla del río Sena en París, el olor a pescado descompuesto y los científicos que lo rodeaban, hacían creer a los pasantes que un cachalote se había perdido en el Sena confundido por las actividades humanas en el mar.
Hoy se usan herramientas tecnológicas e industriales para hacer arte, se usan metodologías de investigación científicas, los artistas crean alianzas con otros oficios y ciencias.

Es una época en donde conviven todos los movimientos y manifestaciones artísticas, una época en donde todo puede ser considerado arte y al mismo tiempo nada lo es realmente. Hoy se encuentran todas las épocas y culturas, en el infinito universo de la web bajo el término Arte podemos obtener 1.330.000.000 resultados en 0,63 segundos. El arte de alguna manera se asemeja a la ciencia, en donde cada experimento genuino sobre una teoría es un intento de refutarla.
El arte es una búsqueda personal, tiene que ver con los propios conceptos de verdad y belleza. La verdad es algo absoluto y el ser humano se mueve en el universo de lo relativo. El arte, al buscar alguna forma de verdad, debe poner en evidencia lo relativo. La belleza es una búsqueda de armonía y perfección, la perfección debe abarcar el bien y el mal, va más allá de nuestros conceptos y tensiones, es inalcanzable, y en esta dialéctica constante se da el proceso creativo.
El arte tiene que ver con buscar ver lo que otros no ven, o desde el ángulo que la mayoría no está apreciando el mundo. El artista busca completar lo que le falta a una sociedad.
Es de esta manera, que revisando mis motivaciones profundas y la historia del arte, me di cuenta de que Yves Klein, el artista que firmó el cielo, el mismo de la exposición del vacío, no necesariamente odiaría mi obra. Porque el arte no está en las formas, ni en los medios que se utilizan. “Sin el arte consumiríamos el mundo y no podríamos percibirlo” escuché hace poco. Tal vez el día en que hagamos todo con arte, no se necesite más de los artistas.
